Mis Rizos

¡Este aceite vegetal se puede incorporar a tu rutina capilar de diversas maneras y en todas ellas el resultado final es un cabello más hidratado, nutrido y brillante! El aceite de coco es rico en lípidos esenciales para mantener la barrera protectora del cabello. Entre sus innumerables beneficios, este aceite ayuda a reducir el frizz, hidrata profundamente, dejando el cabello suave y aumentando el brillo. También combate las puntas abiertas y ayuda a mantener la salud del cuero cabelludo.

Aceite de Ricino, un aceite vegetal rico en ácido linoleico, ácido ricinoleico y vitamina E. Sirve para nutrir e hidratar el cabello y es recomendado para todo tipo de cabello, especialmente aquellos más secos, porosos y sin brillo. Con un cabello nutrido es posible conseguir que el cabello crezca más fuerte, lo que evita la caída y rotura del cabello. Además, el aceite de ricino tiene acción antibacteriana y antifúngica, lo que ayuda a combatir la caspa.

La babosa, también conocido como Aloe Vera, es una planta medicinal que tiene varios beneficios para la salud. Se puede utilizar en diversos tratamientos de belleza, especialmente en el cabello y la piel, ya que previene la aparición de arrugas y estimula el crecimiento del cabello.

El pantenol es un precursor de la vitamina B5. Al aplicarlo sobre la piel, se convierte en ácido pantoténico, una sustancia natural de nuestro organismo. Se utiliza en productos capilares por su función hidratante, dando brillo, suavidad y fuerza al cabello.Un estudio de la Universidad de Szczecin, en Polonia, indica que la sustancia previene el envejecimiento prematuro del cabello, retrasando la aparición de canas, además de ayudar al crecimiento.

La queratina es una proteína fibrosa que se encuentra en las células epiteliales que recubren las superficies del cuerpo, dándoles fuerza y ​​protección. Está presente, por ejemplo, en la formación del cabello, las uñas y la piel en los seres humanos.
La mayor parte del cabello está compuesto de proteínas. Es responsable de dar fuerza, brillo, textura, suavidad y resistencia al cabello, actuando no sólo como barrera protectora frente a factores externos, sino también preservando los nutrientes y evitando la pérdida de agua.